Hay almas ermitañas que viven apartadas en la paz de su contento; hay almas, como estrellas que se alejan en un firmamento solitario; hay almas pioneras que van dejando huellas donde nunca hubo carreteras, mas yo prefiero vivir a la vera del camino y ser amigo del hombre.
Prefiero una casa a la vera del camino,
por donde pase la raza de los hombres,
hombres que son buenos, hombres que son malos,
tan buenos o malos como yo.
A ninguno deseo ofender con burlas
ni agraviar con mi cinismo.
Quiero una casa a la vera del camino, y ser amigo del hombre.
Desde mi casa de la vera del camino,
la vera del camino de la vida,
veo hombres enchidos de esperanza,
hombres que en la lucha desfallecen,
mas no rehúyo sus sonrisas ni su llanto,
dos aspectos de un plan infinito.
Quiero una casa a la vera del camino,
y ser amigo del hombre.
Quiero una casa a la vera del camino
Sam Walter Foss (1858-1911) poeta, humorista y bibliotecario estadounidense. Nació un día como hoy en Candia, Nuevo Hampshire. Fue propietario y editor del Saturday Union, periódico de Lynn, Massachusetts, donde publicaba una columna de humor semanal. En 1891 marchó a Boston, donde escribió primero en el Yankee Blade y después en el Boston Globe. Empezó a trabajar como bibliotecario en 1898, en la Biblioteca Pública de Somerville, en Massachusetts, y en los trece años que le consagró la transformó en la segunda biblioteca más grande de Nueva Inglaterra por circulación de fondos. Firmó un contrato para publicar un poema al día en los periódicos, y los cinco volúmenes en que recogió estos trabajos están consagrados a cantar al hombre corriente, de una forma sencilla. Tal vez el poema que mejor expresa esa temática y estilo es el famoso titulado House by the Side of the Road ("La casa al lado del camino"), incluido en su libro Dreams in Homespun (1897). Está enterrado en Providence, Rhode Island.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario