El amigo Sergio Gorzi me pasó esta grabación, que si bien tengo el cassette de la época, puedo asegurar que lo la pregunta, a los dos minutos, la tengo marcada a fuego en mi memoria.
31 de agosto de 2015
30 de agosto de 2015
Sobre La terrible presión de la nada
En estos días finalicé la lectura de La terrible presión de la nada.
No es que haya demorado todo este tiempo, todo lo contrario, porque el libro se lee con mucho interés y gran facilidad (tal vez recuerdes que yo me lo llevé la misma noche de "El Jauja" -¡aunque quedó pendiente la dedicatoria!-, pero luego aparecieron los compromisos y pasó un tiempito hibernando en mi mesa de luz).
Lo primero que quiero decirte es que disfruté mucho leyéndolo, por más que algunos de los relatos reflejen facetas ásperas, amargas, de la existencia humana. Pero así es la vida. Luego, te comento que al finalizar la lectura me quedé pensando en algún comentario de la presentadora. Para mi son Cuentos con todas las de la ley. Es verdad que a menudo los cuentos se rematan con un final impactante, sorpresivo, inesperado. Ello se considera un "recurso habitual". Pero también hay muchos ejemplos de relatos con finales abiertos, donde no sucede nada especial. Pienso que allí radica una de las originalidades del libro. Quizá porque los personajes que lo pueblan (con excepciones), tienen una existencia demasiado "normal", o incluso un tanto vacía. Sufren la terrible presión de la nada.
En definitiva, apreciado amigo, te felicito porque has logrado hacer algo diferente con hechos y personajes que podríamos considerar -aunque yo pienso que no lo son- "de todos los días". Por otra parte, como todos sabemos que un escritor refleja en su obra -aun en contra de su voluntad de hacerlo- facetas de su personalidad, debo decirte que he tenido un disfrute adicional al encontar muchas coincidencias con mis gustos y hábitos. Por ejemplo, tu carácter "bolso" y la consiguiente admiración por Luis Artime (¡un grande de verdad!), la referencia a Milan Kundera (pocas veces valorado por nuestros compatriotas...), las menciones musicales de Enya y Paco de Lucía (entre otros), y podría seguir
Ing. Ruperto Long
Ex Presidente del Latu, escritor. Autor de Che bandoneón, Hablando claro, No dejaré memorias. El enigma del Conde de Lautréamont y Piantao. Balada para Horacio Ferrer.
26 de agosto de 2015
Julio Cortázar
"Cada vez iré sintiendo menos y recordando más, pero qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos, un diccionario de caras y días y perfumes que vuelven como los verbos y los adjetivos en el discurso" Julio Cortàzar, que nació un día como hoy del año 1914.
24 de agosto de 2015
Pedro Peña opina sobre "La terrible presiòn de la nada"
Publicado en el diario Primera hora de San Josè el sàbado 15 de agosto.
Por Pedro Peña
Jaime Clara es, junto a Omar Gutiérrez, un férreo defensor de lamaragatería. O, como a veces suele decir en sus programas, un maragato de pura cepa.
Conocida por todos es su carrera periodística, que iniciara en San José,en la clásica CW 41, y que siguiera con singular éxito en diversas propuestasradiales de la capital. Hoy por hoy es el conductor de varios proyectosperiodísticos entre los cuales destaca, por trayectoria y por impacto, Sábado Sarandí, un largo y muy ameno periodístico cultural al que muchos recurrimoscuando se trata de acceder a las novedades culturales del país.
Hace un par de años llegó a mis manos un hermoso libro de Jaime: Esinmensa la noche, un poemario editado por Estuario y en el que el autorjuega con su memoria y su vida para hacernos llegar una poesía profunda y a la vez sin rodeos ni falsa retórica. Una poesía directa que conecta con la cotidianeidad del autor representado por un yo lírico cercano en el que casipuede escucharse la agradable voz de Jaime.
Algo muy similar ocurre durante la lectura de La terrible presión de la nada, el nuevo libro de Jaime Clara editado por Seix Barral, un sello editorial internacional que esperemos logre llevar la obra del autor a otras latitudes.
Es como si una voz narrativa muy familiar se nos acercara poco a poco y muy claray consistente nos hiciera partícipes de estas historias, muchas de las cuales transcurren en lugares perfectamente identificables de nuestra ciudad. Allí están la Escuela 45, calle Ciganda, la subida de calle Artigas, la Plaza 4 deoctubre, el campito del barrio. Y el lector agradece que los lugares quetambién identifica como suyos hayan sido fijados en negro sobre blanco y continúen su viaje de la misma manera en la que Espínola pone en los labios delhombre pálido los pagos de Belastiquí, o lisa y llanamente describe los viejosprostíbulos de nuestra ciudad en la novela Sombras sobre la tierra.
Pero esto no es un mérito en sí mismo. El mérito de estos trabajos esque, siendo ficción, y aunque puedan conectarse tal vez con la vida del autor,logran universalizarse como historias de personajes comunes a los que lessuceden cosas especiales. Allí está el solvente profesional universitario que vive solo y escapa casi por milagro a un crimen en el relato “Segundo piso,ascensor”. O el paria social del cuento “En el cordón”, quien yace en el piso durante una cruda madrugada montevideana y cuya peripecia se resuelve con un mecanismo casi cortazariano.
Ytambién están los niños en relatos que apelan a la añoranza de una infancia deotra época. Niños de pelota bajo el brazo en el cuento “Héroe por dos minutos”,o niños a los que las circunstancias de la vida expone a una dramática pérdidade la inocencia en el conmovedor relato “El velorio”, tal vez el más impactantedel conjunto.
Y también las mujeres, como Blanca, la mujer dueña de un bar en el cuento que abre el libro, “Vida y muerte de un florero”, o la prostituta fracasada del último de todos, el amargo relato apropiadamente titulado “Tocar fondo”. Sonmujeres solitarias en el sentido más pesimista de la palabra. Mujeres quebuscan éxitos modestos como llevarse mejor con su hija o al menos no fracasaren el oficio más viejo del mundo, y ni siquiera eso pueden alcanzar.
Esuna alegría siempre la edición de un escritor coterráneo por un sello de laimportancia de Seix Barral. También es una alegría visualizar en estas páginas algo de nuestra identidad ciudadana, constatando además que el autor ha llevado esa identidad propia a trascender los límites de la comarca.
Un dìa como hoy, de 1899 nacà Jorge Luis Borges, escritor argentino, porteño para màs datos, aunque el màs anglosajòn de su tiempo. Muriò en 1986.
MILONGA DE MANUEL FLORES.
Manuel Flores va a morir,
eso es moneda corriente;
morir es una costumbre
que sabe tener la gente.
Y sin embargo me duele
decirle adiós a la vida,
esa cosa tan de siempre,
tan dulce y tan conocida.
Miro en el alba mis manos,
miro en las manos las venas;
con estrañeza las miro
como si fueran ajenas.
Vendrán los cuatro balazos
y con los cuatro el olvido;
lo dijo el sabio Merlín:
morir es haber nacido.
¡Cuánto cosa en su camino
estos ojos habrán visto!
Quién sabe lo que verán
después que me juzgue Cristo.
Manuel Flores va a morir,
eso es moneda corriente:
morir es una costumbre
que sabe tener la gente
MILONGA DE MANUEL FLORES.
Manuel Flores va a morir,
eso es moneda corriente;
morir es una costumbre
que sabe tener la gente.
Y sin embargo me duele
decirle adiós a la vida,
esa cosa tan de siempre,
tan dulce y tan conocida.
Miro en el alba mis manos,
miro en las manos las venas;
con estrañeza las miro
como si fueran ajenas.
Vendrán los cuatro balazos
y con los cuatro el olvido;
lo dijo el sabio Merlín:
morir es haber nacido.
¡Cuánto cosa en su camino
estos ojos habrán visto!
Quién sabe lo que verán
después que me juzgue Cristo.
Manuel Flores va a morir,
eso es moneda corriente:
morir es una costumbre
que sabe tener la gente
22 de agosto de 2015
Mario Levrero
Muchas gracias a El Observador, y a su suplemento O2 en particular, que incluyò mi caricatura de Mario Levrero en el artìculo de Andrès Ricciardulli.
19 de agosto de 2015
12 de agosto de 2015
6 de agosto de 2015
Homero Alsina Thevenet
Hoy cumpliría años el periodista, crítico cinematogràfico, fundador del Cultural de El Paìs, Homero Alsina Thevenet (1922-2005). Dibujo en iPad.
4 de agosto de 2015
Louis Armstrong
Un día como hoy, de 1901,
comenzó a sonar una voz ronca, única, acompañada de una trompeta:
Louis Armstrong.
"El dinero no es algo que me de felicidad.
Puedes comprar un licor mejor que el que compra el borracho de la esquina, pero cuando mueras, lo harás igual que él."
Murió en 1967
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