29 de noviembre de 2013

Crónicas de un amable traidor

Esta es mi nueva columna de libros en el diario Primera hora de San José.  


Reducir la imagen de Gustavo Escanlar (1962) a lo que fue su participación televisiva de los últimos tiempos, antes de su prematura muerte -ocurrida hace tres años- es, por lo menos, injusto.

Por Jaime Clara
  

Escanlar fue uno de los conductores del programa Bendita TV, antes de Zona urbana, y eso lo proyectó su imagen masivamente. Pero, antes de eso tiene una historia en el movimiento cultural de este país. Su irrupción pública se dio a través de cartas de los lectores, irreverentes en la medida en que la dictadura lo permitía, a comienzos de la década del 80, que publicaba en semanarios de la época. Luego fue periodista cultural; estudió en el Instituto de Profesores Artigas, pero nunca se sintió cómodo con las estructuras rígidas, y mucho menos oficiales. Editó una revista (Suicidio colectivo), organizó festival contracultural en un gimnasio de box (Palermo Boxing Club en 1988) y publicó varios libros turbulentos, entre los que se cuentan” El pene en la boca” (1988), “Oda al niño prostituto” (1993) y “No es falta de cariño” (1997), “Estokolmo” (1998), “Dos o tres cosas que sé de Gala” (2006) y “La Alemana (2009)”. En el ámbito periodístico, un libro de crónicas policiales “Crónica roja” (2001) y la recopilación de columnas periodísticas “Disco duro” (2008). Fue editor de cultura del semanarioBúsqueda y también hizo radio, en Sarandí, en “Las cosas en su sitio” y en un efímero programa de bello nombre “El vacilar de las cosas”.

La editorial independiente Criatura, acaba de editar un libro con 24 relatos encontrados en la computadora de Gustavo, todos reunidos bajo el título “Grandes éxitos”. El prologuista, el periodista argentino Sergio Olguín, escribió que “la ficción de Escanlar es un tsunami que arrasa con los lugares comunes de la narrativa latinoamericana, incluso la de sus coetáneos, escritores que se creían (y se creen) rebeldes, modernos y parricidas y que al lado de Escanlar resultan chicos buenos que tiemblan al salir del campus universitario.”


Los textos de “Grandes éxitos”, son  historias bien Escanlar: provocadoras, irreverentes, claras, contundentes, verdaderos punch al maxilar, que ningún lector quedará indiferente tras su lectura.

Pero el texto “Mis vidas como ex” es muy fuerte. Allí cuenta diferentes estados que le tocó vivir en su corta existencia: cuando fue ex hijo, ex amigo, ex adicto, ex amigo,  ex famoso, ex rehabilitado, ex…. Con cartas vistas, con Escanlar muerto, uno lo lee de otra manera. Gustavo vivió la vida a su modo. Tenía una forma muy particular de entender esos consejos que todos alguna vez recibimos de “tratá de cuidarte”. Para muchos no se cuidó nada, para otros vivió al máximo, o “al mango”, como se suele decir. Lo que es seguro, es que fue un tipo que hizo lo que quiso. Y en este libro queda demostrado que escribió lo que quiso.

GRANDES ÉXITOS, UN CUENTO Y UNA DESPEDIDA. Gustavo Escanlar. Criatura editora. Montevideo, 2013. 160 págs.

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