3 de julio de 2013

La Gatera Ideal

Se cumplieron diez años de la reapertura del Hipódromo Nacional de Maroñas. La empresa Hípica Rioplatense lo celebró de forma muy original con una exposición de artistas plásticos contemporáneos, que tomaron a doce caballos e hicieron su peculiar interpretación. La muestra estará abierta hasta fin de este mes en el Palco Oficial del Hipódromo. Este es el texto del catálogo que tuve el honor de redactar.
 
LAS MIRADAS DE LOS OTROS

Por Jaime Clara
“Jugate en un final de bandera verde
si no te salva un pingo... ¿quién va a venir?”
Héctor Marcó en Tirate un lance

Aunque la palabra turf no esté en el diccionario de la Real Academia Española, los uruguayos somos capaces de vincular este añejo deporte de las carreras de caballos, con una serie de conceptos arraigados fuertemente en la cultura popular. En nuestro país, la hípica pasa por las viejas Carreras Nacionales, o por el Hipódromo Nacional de Maroñas, el Circo de Ituzaingó,o por el Premio José Pedro Ramírez, que cada 6 de enero, compite cabeza a cabeza con el día de Reyes.

 Las carreras de caballos forman parte del imaginario popular casi que desde el nacimiento mismo de la patria. Desde 1877 existe el Reglamento de carreras de caballos y la primera carrera oficial se corrió, en Montevideo, el 3 de febrero de 1889. Y ni qué hablar de la presencia de las carreras y el mundo burrero en el tango, la manifestación artística por excelencia del Río de la Plata.

El hipódromo, pese las características de cada tribuna, es un espacio democratizador. Una competencia es seguida, con la misma pasión por ricos y poderosos, como por los más humildes asistentes a una tarde de carreras. Las carreras de caballos no son elitistas. Basta con ir cualquier fin de semana a Maroñas para comprobarlo.

El filósofo español, Fernando Savater, es un burrero empedernido. Definió al turf como “una afición romántica; tiene más que ver con el amor al caballo que con el impulso de jugar por jugar.”

Así, desde la más erudita pasión de un intelectual de fuste como Savater, hasta los tangos más populares, las carreras han sido un tema de atención. Sin embargo, en la plástica, el caballo ha estado presente sólo en imágenes de campo. Hay nombres reconocidos que integraron a los equinos a los paisajes rurales. Pero el turf no ha estado presente, y mucho menos como deporte, salvo algunas honrosas excepciones. Por eso es que, esta iniciativa de Hípica Rioplatense, no solo debe ser reconocida, bienvenida, sino que se debe definir como histórica.

El arte, como manifestación estética, toma al turf y a sus grandes protagonistas, los caballos, como idea central, como tema. Una docena de reconocidos artistas uruguayos fueron convocados con ese pretexto: recrear la imagen de doce caballos que han hecho historia en la historia nueva de la última década del Hipódromo Nacional de Maroñas.  El resultado está a la vista. El turf, como uno de los deportes históricos más populares, es revisitado por artistas contemporáneos que se muestran en una pista que, hasta el momento, les resultaba ajena. Desde ahora, en el año en que Montevideo es Capital Iberoamericana de la Cultural, los pingos, se verán de manera diferente.

Por ejemplo, Lacy Duarte, que fue la artista que representó a Uruguay en la Bienal de Venecia y que ha paseado su arte por el mundo, ha realizado un collage con intervención donde se ve a Necessaire, en plena competencia.

Dani Umpi ha tenido una meteórica carrera como un escritor, cantante y artista plástico que  logró pisar fuerte, tanto en Uruguay como diversos escenarios del mundo. Su original propuesta artística y sus extravagancias estéticas  permiten ver, en la obra presentada para la muestra, una lectura muy particular de Potri Flash, con bordados, telas, colores, que le dan vida la silueta del recordado ejemplar.

Carlos Seveso creó una personalidad propia, con un arte que, durante la década del 80 ocupó las galerías de arte más importantes y hasta tuvo una fuerte presencia en los medios gráficos como ilustrador de prensa y humorista en las revista Guambia y El dedo.  Su dibujo, para la muestra aniversario de Maroñas es una colorida propuesta de Brujo de Olleros, con jockey incluido.

Pablo Peralta, surrealista dibujante y pintor, ubicó al mítico Invasor, literalmente en las nubes en un cuadro que parece que adquirir vida propia y volara.

En el caso de Ana Campanella, su formación y su trayectoria, la ubican como una joven innovadora en materia de instalaciones y de videísta. En el caso de la recreación de Super Cat, eligió realizar una obra con alambres, una especie de intrincado mapa donde se descubre la figura del caballo.

Varias propuestas, de esta destacada docena artística, son fotografías intervenidas, una modalidad de las más interesantes, ya que permite descubrir elementos casi secretos de las fotografías, que surgen desde la plástica. Por ejemplo, en el trabajo de Pablo Bielli, la presencia de Imperríto,  tiene el vértido de la llegada al disco. Pero hay que verlos a todos y a cada de uno de ellos.

Cada tarde de carreras, es una fiesta, no solo del deporte del turf, sino un espectáculo familiar y un paseo único que tiene Montevideo, el país y la región, porque por algo Maroñas es un hipódromo de referencia a nivel continental. Esta muestra será algo similar. Será la oportunidad para tener la otra mirada, la de los artistas, sobre lo que tarde a tarde, se disfruta en Maroñas.

ARTISTAS Y CABALLOS
·         Pablo Bielli - Impérrito 
·         Mariana Méndez - Holly
·         Ana Campanella – Super Cat
·         Lacy Duarte - Necessaire
·         Agustín Sabella - Relento
·         Álvaro Zunini – Good Report
·         Juan Uría – Rosa Colonial
·         Dani Umpi - Potri Flash
·         Carlos Seveso - Brujo de Olleros
·         Carlos Barea - Boby Di Job
·         Sebastián Saenz – Stone
·         Pedro Peralta - Invasor

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