23 de junio de 2013

HdP
 Por Jaime Clara

 Hay palabras, que aunque suenen fuertes y sean consideradas “malas”, son necesarias. A Hitler o a Stalin, no los podemos llamar malos, egoístas, malhumorados, déspotas, tiranos, crueles, asesinos o vaya uno a saber con cuántos más adjetivos, cuando en realidad son una sola cosa: hijos de puta.


 Perdonará el lector la franqueza y hasta llaneza de mis palabras, pero no hay otra formas de nombrarlos. Hay gente que de tan tan tan mala que es, es hija de puta. Y no hay manera, ni eufemismo, que sustituya esa fuerte expresión.

 Marcelino Cereijido, es un destacado científico argentino, radicado en México. Es investigador, divulgador científico y escritor. Especialista e en fisiología celular y molecular, publicó un libro en el que intenta explicar los orígenes de la hijoputez. Es decir, ¿hay razones biológicas, antropológicas o sociales, que hacen que una sea extremadamente mala?

 El libro, como explica, “no es un directorio telefónico de hijos de puta. ¡Nunca acabaría! Lo que quiero es tratar de entender qué hay en el ser humano que lo lleva a cometer maldades. ¿Qué tienen las circunstancias? ¿Cómo son? ¿Acaso es insólito el tema? Hace muchos años salí de Argentina, porque el clero tenía el suficiente poder para convencer a los militares de perpetrar toda clase de crímenes y genocidios, de robar chicos, de torturar y violar a las mujeres. Ésa podría ser la semilla que germinó en mí para que me dedicara a estudiar el tema.”

 Si bien, concluye en que no existe un gen para ser hijo de puta, el científico indica que “cualquiera de nosotros puede ser un hijo de puta, desde el vendedor de frutas, el sastre o el que maneja una pesera. Incluso, una señora mayor como La Mataviejitas. La neurobiología ha encontrado núcleos que tienen que ver con la agresividad, con portarse del carajo, reacciones mentales que nos llevan a ser hijos de puta.”

 El libro está escrito en forma muy amena, claro, pedagógico, no exento de polémicas. Abunda en información histórica y científica sobre la maldad y la agresividad.

 Durante una entrevista con el diario Clarín, Cereijido dijo que “pese a su universalidad, la hijoputez jamás se cuenta entre los grandes flagelos de la humanidad. Se gastan millones de dólares en investigar todo tipo de enfermedades y casi nada en explicar las raíces de la mayor causa de sufrimiento humano. Al lado de la hijoputez, el cáncer, la lepra, el mal de Alzheimer y las enfermedades cardíacas son juegos de niños. Me desespera que se den por sentado que se trata de un fenómeno consciente y racional modulado por la ética. Apabulla constatar que el Homo sapiens recurre a la maldad con naturalidad y frecuencia. Ser un hijo de puta, en pequeña o gran medida, es parte de la naturaleza humana. Cualquier persona se puede volver un hijo de puta por las circunstancias, por eso lo importante es estudiarlas. Aunque nos esforzamos por ocultarlo, somos una especie violenta. Me interesó explorar si la hijaputez es inherente a la vida de la misma forma en que lo es la muerte; si hay algo en nuestros genes que nos obliga a ser perversos, así como los genes determinan que seamos narigones, blancos, negros o que sintamos hambre o sed. (…) Los organismos, animales y vegetales, somos tramposos por naturaleza. La flor carnívora se disfraza para atraer un insecto y devorarlo. El Homo sapiens resulta ser un consumado artista del engaño y la mentira. Nos peinamos, vestimos y adoptamos maneras de comportarnos y hablar que nos hacen ver más sanos, inteligentes y capaces de lo que en realidad somos. Las chicas se maquillan. El político se fotografía cargando en sus brazos a algún bebé para que el retrato sugiera que es humano, sensible, protector. La maldad no sólo está en los grandes villanos de la historia como Hitler, Stalin, Videla o el rey Leopoldo II de Bélgica, sino también en la vida cotidiana. La hijoputez está en lo mínimo, en el hombre que abofetea a su esposa porque se le quemó la comida o en la señora que le pega a sus hijos. El machismo es en sí una de las formas más terribles y comunes de hijoputez.”

 HACIA UNA TEORÍA DE LOS HIJOS DE PUTA. Un acercamiento científico a los orígenes de la maldad. Editorial Tusquets. Colección Ensayos.

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