5 de abril de 2019

Sarandy Cabrera

A PROPÓSITO DE LA BOTÁNICA

Imbéciles, ¿podríamos acaso tener tanta paciencia?
Van pasando los años y aún no ha brotado casi nada.
No han aprendido de los temporales ni las lluvias.
Siguen plantando las mismas plantitas de otro clima
sin comprender que no florecerán jamás.
Siguen tarareando el mismo canto tartamudo
en un idioma que los pájaros no entienden,
con lo que pretenden alegrar un jardín que no florece.
Idiotas, váyanse, váyanse, váyanse, váyanse.
Acaso más que idiotas, delincuentes.
Han vendido gajos de frutales estériles
a los pobres y crédulos clientes pobres.
La jardinería es más simple y a la vez más compleja
pero al fin y al cabo es una ciencia de lo real.
Sus tratados de botánica no sirven.
Imbéciles, se nos ha agotado la paciencia.
Váyanse, váyanse, váyanse.
Trataremos de cultivar nuestro monte criollo
de talas y de espinos, coronados de cina-cina
porque ese monte ya existe, ha nacido en nuestra tierra,
aunque hoy esté hibridado con nuestra puta cicuta.

Sarandy Cabrera (1923-2005) escritor, periodista y traductor nacido en Rivera, perteneciente a la Generación del 45. Su prolífica producción literaria comenzó en 1947, con el edición de su libro "Onfalo", y continuó por casi 50 años, explorando la narrativa y poesía. Sus poesías fueron incluidas en revistas literarias uruguayas como "Aquí", "Poesía", "Asir", "Número", "Graffiti", entre otras. Tuvo una destacada labor en el semanario Marcha entre 1950 y 1970, y con el diario El Popular hasta 1963. Aprendió francés, inglés, italiano, portugués y sueco, y aprovechó sus conocimientos para traducir diversas obras políticas, ensayos, novelas y cartomancia. Fue caricaturista. Murió un día como hoy.

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