23 de noviembre de 2011



Caricaturas
Un modo de decir las cosas

Escrita por

Jaime Clara.

En un artículo de 1956, el escritor cubano Alejo Carpentier definió a la caricatura como “un modo de expresión que dispone de argumentos propios para decir las cosas”. Es una justa definición para un género que ha tenido -y tiene- una gran difusión a través de la prensa y hoy, tecnología mediante, se multiplica a través de las redes sociales, blogs y publicaciones virtuales.

Dibujo de Arotxa
Se podrá decir, con toda razón, que toda manifestación artística es un modo de decir las cosas, pero en la definición de Carpentier, el concepto de modo propio es el que hay que destacar para profundizar en la caricatura y su mundo. Cuando se habla de caricatura se sabe de qué se habla y ya no es necesario ir al siglo XVI para encontrar el concepto original de caricare, que quiere decir “cargar” y recordar que de allí nace la palabra caricatura. Para el pintor italiano Annibale Carracci (1560-1609) la tarea del caricaturista es exactamente la del artista clásico, ya que “los dos ven la verdad perenne detrás de la superficie de la mera apariencia exterior. Los dos tratan de ayudar a la naturaleza a llevar a cabo su plan. Uno puede tratar de visualizar la forma perfecta y plasmarla en su trabajo, el otro aprehende la deformidad perfecta y así revela la esencia absoluta de la personalidad. Una buena caricatura, como toda obra de arte, es más parecida a la realidad que la vida misma”. Carpentier tituló el artículo citado de la revista Letra y Solfa como “De la caricatura como una de las bellas artes”.


Dibujo de Ombú
Con el tiempo y el desarrollo de las técnicas de impresión, la difusión de las caricaturas a través de los medios informativos se consolidó como un género periodístico más. Los ilustradores de prensa eligen o reciben el tema y las herramientas de la plástica para expresarse. Algunos se apoyan con textos, otros no, pero todos apuntan a llegar al lector con un mensaje directo, claro y lo más contundente posible. Muchas veces las caricaturas o las ilustraciones, son más explicitas que algunos artículos de prensa, dejando de ser meramente “exageraciones” o “deformaciones” que antiguamente definían al género.
En un ensayo sobre sátira y caricatura, el poeta francés Charles Baudelaire escribió que “sin duda alguna, una historia general de la caricatura en sus relaciones con todos los hechos políticos y religiosos, graves o frívolos, relativos al espíritu nacional o a la moda, y que han agitado a la humanidad, resultaría una obra gloriosa e importante”.
John Tenniel . Dibujo de 1870

La caricatura ha tenido, en la política, uno de sus temas preferidos, pero ningún caricaturista es reconocido, si no es efectivo e insicivo en su oficio. No hay fronteras sobre lo se que puede o no dibujar. No hay un tema bueno o malo, sino la forma de cómo se trate. Esto, naturalmente puede ser extensivo a la ilustración de prensa. Para el caricaturista norteamericano Al Hirschfeld, una caricatura no depende de la calidad, sino de la idea. Pero parece que la caricatura debe rendir examen en forma permanente. La vida de los dibujos en diarios y revistas, está condenada a ser tan efímera como el producto que las muestra. El diario de ayer, hoy ya es viejo. Muchos caricaturistas renombrados recogen en libros sus trabajos editados. De esa forma respaldan lo que en papel de diario o revista resulta difícil conservar. Una forma de hacer perdurar y documentar la obra.

Dibujo de Sábat
Con los medios electrónicos e informáticos, esta idea parece cada vez más patente. Los dibujos sobre los hechos del momento parecieran tener fecha de vencimiento. En los tiempos que corren, se utilizan herramientas tecnológicas para lograr que los dibujos se difundan en forma masiva, sin depender de medios de prensa que los publiquen comercialmente; un ejemplo de ello es Internet.

Uruguay ha dado una inusual cantidad de caricaturistas destacados, tanto a nivel local como internacional, pero eso seguramente lo trataremos en las próximas entregas.

 
Ir a la nota en ARTE de El País de Montevideo.

1 comentario:

diegoabelenda dijo...

Muy buen post!Y muy interesante el blog, no lo conocía, llegué a él navegando. Le da el lugar que merece al arte de la caricatura.