25 de julio de 2011

Aniversario del Maestro Guillermo Fernández

Un día como hoy, del año 1928 nacía en Montevideo, Guillermo Fernández. Murió en un accidente de tránsito, en enero de 2007.

"Rara vez ocurre que un artista plástico sea en persona tan cautivador como su obra, y sin embargo Guillermo Fernández no sólo disponía de una sensibilidad colosal para su trabajo sino además de una erudición, una inteligencia y hasta un sentido del humor capaces de magnetizar a su interlocutor. La forma en que manejaba los puntos de referencia, en que desplegaba su conocimiento, en que formulaba sus observaciones y en que lanzaba sus bromas, constituía un discurso casi incomparable del que gozaron colegas, amigos, admiradores y discípulos, ya que no sólo dejó una producción artística valiosa, sino una masa de alumnos a quienes supo formar en su taller con el regalo de esas cualidades personales. Luego de un período juvenil en el Taller Torres García, ejerció el profesorado en institutos oficiales durante décadas. Desde principios de los años 60 comenzó a dictar clases en su propio taller, convirtiéndolo con el paso del tiempo en uno de los más influyentes y fermentales centros de formación artística de nuestro medio a nivel privado. En esos cursos desarrolló una singular práctica del lenguaje visual, previa a las definiciones de tema o de estilo, manejándola como una envidiable herramienta sensibilizadora de su alumnado. Eso sucedía mientras mantenía su dedicación a una obra personal, dentro de la cual figuró una serie que expuso en 1966 como "pinturas primarias", donde partía de la improvisación y del ritmo generado por los propios elementos expresivos. Reformuló entonces las normas aprendidas en el Taller Torres García, confiriéndoles un carácter diferente al de su matriz escolástica. Llegó a realizar en el país una docena de exposiciones individuales, pero asimismo exhibió su obra en el exterior. Una de las vertientes mayores de ese trabajo fueron los retratos de notabilidades uruguayas en el campo de las letras, la historia y la política. Su pintura llegó a adquirir la seducción de un lenguaje expresionista muy suelto y muy libre, tanto en los óleos como en los dibujos a tinta, que ha quedado como el signo definitorio de su personalidad creadora y es el mejor índice de sus finezas de percepción. Sin embargo, lo que conviene pensar ahora es que, afortunadamente esa obra por lo menos perdura y permite seguir disfrutándola. Lo que se perdió para siempre es, en cambio, la personalidad sin par de un maestro." Joge Abbondanza.




1 comentario:

FRANCISCO dijo...

GUILLERMO, lo escribo con mayúsculas porque se lo merece, en todos los sentidos. Como maestro, persona, amigo, confidente, historiador, conocedor y por sobre too: sus valores!!! Estuve junto a el 18 años retratando caras. El lapiz era una parte de él. Las pinturas tammbién. Pero loa lápices. Eran su vida. No quiero ser injusto: pero para él valían más que cualqualquier tesoro incalculable. Tuve la suerte y el honor de estar junto a él durante ese período. Lo extraño. Es una herida en el pecho que está ahí. A veces, como ahora, sangra. Otras veces no. Simplemente porque no pienso en él. Fué mi tutor. Fué mi maestro. Gracias por haber estado ahí. Francisco Sacco Lic en Ciencias Sociales y fotógrafo