14 de julio de 2009

Hermenegildo Sábat sobre Pessoa

Dibujar a un hombre solo *

Jaime Clara




SI UD. DEJA crecer el bigote y lo afeita con cuidado, compra gafas de carey y decide usar un sombrero de ala ancha, no olvide que caminar solo y aceptar un puesto oscuro en cualquier oficina no son condiciones necesarias y suficientes para ser poeta. Ahora, si pretende que sus obras alcancen el nivel de Fernando Pessoa, deberá ser tratado urgentemente por un neurólogo y un psiquiatra porque usted, qué pena, está totalmente loco". Así advierte desde la contratapa el caricaturista Hermenegildo Sábat a quienes adoran al poeta portugués Fernando Pessoa en su último libro de dibujos, Anónimo transparente. Como en otros libros, el caricaturista uruguayo realiza interpretaciones gráficas sobre personajes que admira. Lo hizo con Carlos Gardel (Al troesma con cariño), el músico de jazz Leon Bix Beiderbecke (Yo Bix, tu Bix, el Bix), Aníbal Troilo (Dogor), Jorge Luis Borges (Georgie Dear) y el guitarrista Django Reinhardt (Dos dedos). Y esas interpretaciones gráficas, como el propio Sábat lo informa, "han recibido insultos, amenazas y desprecios varios". Ahora incorpora a la lista a Fernando Pessoa porque "no es casual, tratándose de un solitario".
Es un libro lleno de colores, donde la acuarela, la aguada, forman las imágenes del personaje central en forma casi milagrosa. Pero como dijo el propio Pessoa, el poeta es un fingidor que finge constantemente. Entonces, cuando Sábat dibuja, no sabemos si dibuja al poeta o finge que lo dibuja a él, o si se trata de los heterónimos que también forman parte de la creación literaria del portugués. Quizás en muchos de los dibujos, donde aparecen varios rostros similares o repetidos, se vea a Alberto Caeiro, a Álvaro de Campos o a Ricardo Reis. "Pessoa creyó ser un títere incompleto capaz de vivir vidas ajenas de maneras incompletas", escribe Menchi en uno de los textos que acompañan a cada dibujo.
Pese a sus libros con fuerte acento plástico -lejos de la caricatura sobre la realidad informativa que publica en el diario Clarín-, desde 1973 Sábat se define como periodista. "Tengo casi veinticinco libros hechos, he pintado bastante, pero por más que acierte en lo que haga siempre voy a ser `el dibujante del diario`. Y yo encantado. Yo pongo `periodista` en los documentos. Lo central es no sentirse más importante que la noticia y comportarse con la mayor dignidad posible", comentó durante una entrevista reciente. En Anónimo transparente Pessoa es lo más importante, es el centro del libro: para él se unen los colores.
En la introducción, Rodolfo Alonso, dice que "como el hecho sorprendente y flagrante de que su apellido, `Pessoa`, no solo signifique `persona` en portugués, lo que ya sería suficientemente premonitorio, sino que también, a la vez, la etimología común a ambos vocablos los hace nacer en `Máscara`. De esas máscaras que son una y muchas personas, de esas máscaras que revelan y velan, que cubren y descubren, Sábat consiguió dejar nacer, como Pessoa, retratos, imágenes, espejos, imborrables y hondos, que nos siguen hablando al mismo tiempo de él y de nosotros, de autor y de lector, de espectador y artista".
A través de las casi cincuenta páginas, Sábat no solo dice a través de los dibujos. También escribe sobre Pessoa. "La mayoría, el vulgo, elige ser poeta. La Poesía eligió a Pessoa y él correspondió construyendo y conservando la marginación que dictó su obra, cargada de significados que desorientan a quienes enfrentan una vida escasa de anécdotas y deciden evitar su lectura".
Sábat logra captar la imagen del poeta y genera un vínculo con el lector que lo remite a la nostalgia, el humor, el desenfado. El Pessoa de Sábat es un personaje entrañable.
ANÓNIMO TRANSPARENTE, Una interpretación gráfica de Fernando Pessoa, por Hermenegildo Sábat. Universidad de Quilmes. Buenos Aires, 2007.

* Artículo publicado en "El País Cultural" el 21 de setiembre de 2007

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