El fin de semana pasado volví a ver una película que me provoca cada vez que la veo. Se trata de Desde el jardín. La película, de 1979, tiene como protagonista a un soberbio Peter Sellers. La primera vez que vi la película me motivó a leer el libro en el que se inspiró. Se trata de una obra del norteamericano Jerzy Kosinski. La relectura del libro no deja de conmover. La experiencia lleva a cuestionarnos, una vez más, si es mejor el libro o la película
Por Jaime Clara

Sobre literatura y cine, el británico Graham Greene, comentó que “el impacto del cine sobre mi manera de escribir proviene de las mismas películas, más que de las críticas que hice de ellas”. Llegó a decir sobre alguno de sus libros (El tercer hombre) que “no fue escrito para ser leído, sino para ser visto” ya que “nunca pretendió ser otra cosa que una película”.
En su trabajo El aula sin muros, el investigador Marshall McLuhan ecribió que “la película es a la representación teatral lo que el libro fue al manuscrito. Pone a disposición de muchos en muchos momentos y lugares lo que de otro modo quedaría restringido a unos pocos y a pocos momentos y lugares. La película, igual que el libro, es un mecanismo de duplicación».

Hay ejemplos locales más que interesantes para mencionar. Por ejemplo, el año pasado, el ciclo Somos de Canal 10, adaptó obras de la literatura uruguaya para televisión. Se trató de unitarios basados en obras de escritores Milton Fornaro, Mario Delgado Aparaín, Henry Trujillo y Hugo Burel. En el caso de Burel, una novela suya, El corredor nocturno, tuvo una interesante versión cinematográfica en España, con Leonardo Sbaraglia.
Otra interesante película uruguaya, fue Mal día para pescar, largometraje basado en el cuentoJacob y el otro de Juan Carlos Onetti. Dirigida por Alvaro Brechner, fue la primera vez que una obra de Onetti se adaptó al cine en nuestro país.
La película uruguaya más vista fue En la puta vida de Beatriz Flores Silva y, justamente, estuvo basada en la investigación periodística editada como libro, El huevo de la serpientede María Urruzola.
Cuando el escritor Pablo Vierci escribió la novela sobre el caso Berríos, 99% asesinado, sabía que la historia terminaría siendo una película. Fue Matar a todos.
Cada lector tendrá su lista personal de películas que fueron mejor que los libros o de libros que jamás pudieron ser superados por el séptimo arte. Aquí van algunos ejemplos emblemáticos.
· Drácula de Bram Stoker (1897), tuvo mil y una versiones. Entre tantas algunas muy buenas y otras espantosas. El vampiro dio para todo.
· El Gran Gatsby F. Scott Fitzgerald (1925)
· La película Apocalypse Now (1979) fue la adaptación, de la la novela Heart Of Darknessde Joseph Conrad.
· La naranja mecánica (1971) fue en 1962, una novela de Anthony Burgess
· Para muchos, de las mejores adaptaciones de libros, está El Padrino, de Mario Puzo, que tuvo en Francis Ford Coppola, una gran versión.
Que cada uno arme su lista. Y la conclusión es muy sencilla: hay libros magistrales que jamás podrán ser una buena película; filmes que fueron muy superiores a los libros que los inspiraron; y finalmente siempre se dará ese duelo eterno entre dos versiones, dos lenguajes, dos propuestas diferentes que apuntan a lo mismo: cautivar con las historias bien contadas.
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