En el Mercosur de la sátira
Jaime Clara
Revisar la historia de la sátira política y del dibujo periodístico colabora con el conocimiento de la historia de un país. Las recopilaciones se transforman en una suerte de memoria. En Río de Janeiro, se acaba de editar una colección de cuarenta destacados caricaturistas brasileños(*).
Jaime Clara
Revisar la historia de la sátira política y del dibujo periodístico colabora con el conocimiento de la historia de un país. Las recopilaciones se transforman en una suerte de memoria. En Río de Janeiro, se acaba de editar una colección de cuarenta destacados caricaturistas brasileños(*).
Para Zuenir Ventura, autor del prólogo del libro, “a un país puede no gustarle mostrar su cara, eso no tiene importancia: la caricatura muestra”. Es lo que Sábat definió como un strip tease cotidiano. “En un país donde los poderosos acostumbran quedar impunes la caricatura no los deja inmunes”, sentencia Ventura, que se pregunta “¿cuál es el secreto de un arte casi primitivo capaz de sobrevivir a la era de la imagen, de la fotografía, del cine y de la televisión? ¿Qué fuerza tiene la caricatura que, en la era tecnológica, continúa precisando apenas la punta de un lápiz y de toda la libertad del mundo?”
Pedro Corrêa do Lago, responsable de la investigación, reconoce lo difuso de los orígenes del término caricatura, que proviene de caricare, cargar. Para el dibujante Loredano todo lo vinculado a una definición es impreciso, “carga y caricatura son casi la misma palabra; pero en una redacción brasileña cuando se dice carga se piensa en sátira gráfica, en un situación política, cultural, etc. estrictamente actual. Caricatura es, generalmente, sinónimo de retrato y cartum vale para un comentario satírico de una situación independiente de actualidad.”
Sátira histórica. El comienzo del dibujo satírico brasileño coincide con la llegada del rey de Portugal João VI (1767-1826). La primera caricatura publicada en la prensa de Brasil fue una litografía de Víctor Larée, en 1837, a partir de un dibujo original de Manuel de Araujo Porto-alegre (1806-1879), considerado el padre del género. “Es extraño que ese fuera el primer dibujo publicado, ya que el dibujo mordaz y sarcástico era ampliamente conocido y practicado en Portugal y el resto de Europa”, dice Corrêa do Lago. Angelo Agostini (1843-1910) fue un nombre fundamental en el humor político con su Revista Illustrada, publicada semanalmente en Río de Janeiro, por más de una década. Hay noticias de algunas publicaciones satíricas de Pernambuco que tenían críticos trazos humorísticos. También circularon muchas caricaturas manuscritas que no se conservaron.
En la primera mitad del siglo XX las revistas Caretas, O Malho, O Cruzeiro, Para Todos, Fon Fon tuvieron gran importancia. Con tiradas significativas le dieron gran vitalidad a la prensa ilustrada. Se comenzó a utilizar cada vez más la reproducción fotográfica. En esa época, el dibujo de humor raramente fue cruel, pero luego de la Segunda Guerra Mundial perdió su inocencia. Allí se destacaron K. Lixto (1877-1957), Raul (1874-1953) y Seth (1891-1949) entre otros.
En esa época hubo personajes recurrentes como Ze Povo, O Amigo da Onça y Juca Pato, un personaje dibujado por Monteiro Lobato que registró la sabiduría del Brasil rural. Fue de los personajes de ficción que más divulgación tuvo en la historia del dibujo brasileño y una figura muy popular durante más de veinte años, ilustrado por varios artistas como Luiz Peixoto, Belmonte (1897-1947), J. Carlos (1884-1950), Storni (1881-1966) y Oswaldo.
Nombres de hoy El descubrimiento del francés Andrés François y el estadounidense Saul Steinberg fue clave para que un grupo de ilustradores brasileños, encabezado por Millôr Fernandes (1924), creara una escuela de la sátira gráfica que aun se mantiene.
Después de 1950 el dibujo de humor continuó su presencia dominante en la prensa del país. Nació la revista Senhor que marcó una época con las firmas más importantes que despuntaban el arte de la caricatura como Jaguar (1932), Carlos Scliar, Glauco Rodrigues y Michel Burton. El suceso de O Pasquim, en la década de 1970, fue muy importante, liderado por gran parte del equipo de Senhor y permitió el surgimiento de grandes artistas que hoy dominan el dibujo humorístico-político en el país que y ubicaron a la caricatura como un nuevo polo de atracción.
La influencia del inglés Gerald Scarfe, materializada por la presencia de Luis Trimano (1943) en la prensa de Brasil durante la dictadura, dejó marcas profundas en la evolución de artistas como Henfil (1944-1988), Loredano, Ziraldo, y los gemelos Chico y Paulo Caruso, todos ellos entre los máximos exponentes de la caricatura brasileña actual.
Caricaturistas Brasileiros (1836-1999) Pedro Corrêa do Lago. Prólogo de Zuenir Ventura. Diseño de Victor Burton. Ediciones Sextante Artes. 215 págs. Río de Janeiro, Brasil, 1999.
Pedro Corrêa do Lago, responsable de la investigación, reconoce lo difuso de los orígenes del término caricatura, que proviene de caricare, cargar. Para el dibujante Loredano todo lo vinculado a una definición es impreciso, “carga y caricatura son casi la misma palabra; pero en una redacción brasileña cuando se dice carga se piensa en sátira gráfica, en un situación política, cultural, etc. estrictamente actual. Caricatura es, generalmente, sinónimo de retrato y cartum vale para un comentario satírico de una situación independiente de actualidad.”
Sátira histórica. El comienzo del dibujo satírico brasileño coincide con la llegada del rey de Portugal João VI (1767-1826). La primera caricatura publicada en la prensa de Brasil fue una litografía de Víctor Larée, en 1837, a partir de un dibujo original de Manuel de Araujo Porto-alegre (1806-1879), considerado el padre del género. “Es extraño que ese fuera el primer dibujo publicado, ya que el dibujo mordaz y sarcástico era ampliamente conocido y practicado en Portugal y el resto de Europa”, dice Corrêa do Lago. Angelo Agostini (1843-1910) fue un nombre fundamental en el humor político con su Revista Illustrada, publicada semanalmente en Río de Janeiro, por más de una década. Hay noticias de algunas publicaciones satíricas de Pernambuco que tenían críticos trazos humorísticos. También circularon muchas caricaturas manuscritas que no se conservaron.
En la primera mitad del siglo XX las revistas Caretas, O Malho, O Cruzeiro, Para Todos, Fon Fon tuvieron gran importancia. Con tiradas significativas le dieron gran vitalidad a la prensa ilustrada. Se comenzó a utilizar cada vez más la reproducción fotográfica. En esa época, el dibujo de humor raramente fue cruel, pero luego de la Segunda Guerra Mundial perdió su inocencia. Allí se destacaron K. Lixto (1877-1957), Raul (1874-1953) y Seth (1891-1949) entre otros.
En esa época hubo personajes recurrentes como Ze Povo, O Amigo da Onça y Juca Pato, un personaje dibujado por Monteiro Lobato que registró la sabiduría del Brasil rural. Fue de los personajes de ficción que más divulgación tuvo en la historia del dibujo brasileño y una figura muy popular durante más de veinte años, ilustrado por varios artistas como Luiz Peixoto, Belmonte (1897-1947), J. Carlos (1884-1950), Storni (1881-1966) y Oswaldo.
Nombres de hoy El descubrimiento del francés Andrés François y el estadounidense Saul Steinberg fue clave para que un grupo de ilustradores brasileños, encabezado por Millôr Fernandes (1924), creara una escuela de la sátira gráfica que aun se mantiene.
Después de 1950 el dibujo de humor continuó su presencia dominante en la prensa del país. Nació la revista Senhor que marcó una época con las firmas más importantes que despuntaban el arte de la caricatura como Jaguar (1932), Carlos Scliar, Glauco Rodrigues y Michel Burton. El suceso de O Pasquim, en la década de 1970, fue muy importante, liderado por gran parte del equipo de Senhor y permitió el surgimiento de grandes artistas que hoy dominan el dibujo humorístico-político en el país que y ubicaron a la caricatura como un nuevo polo de atracción.
La influencia del inglés Gerald Scarfe, materializada por la presencia de Luis Trimano (1943) en la prensa de Brasil durante la dictadura, dejó marcas profundas en la evolución de artistas como Henfil (1944-1988), Loredano, Ziraldo, y los gemelos Chico y Paulo Caruso, todos ellos entre los máximos exponentes de la caricatura brasileña actual.
Caricaturistas Brasileiros (1836-1999) Pedro Corrêa do Lago. Prólogo de Zuenir Ventura. Diseño de Victor Burton. Ediciones Sextante Artes. 215 págs. Río de Janeiro, Brasil, 1999.
Artículo publicado en 1999 en el CULTURAL de "El País"
Aquarela
“Pinceladas” sobre algunos caricaturistas más importantes de la prensa brasileña de hoy.
Loredano (1948) Loredano Cássio Silva Filho, carioca, con varias incursiones por San Pablo y en el exterior. Un estilo de caricatura muy personal, es de lo más admirado de su generación. Volvió a Brasil en 1992, después de haber residido por más de quince años en Europa, básicamente en Alemania. Apodado como el “mayor derretidor de la figura humana”, es colaborador asiduo de El País de Madrid, La Repubblica de Roma y Liberation de París.
Loredano (1948) Loredano Cássio Silva Filho, carioca, con varias incursiones por San Pablo y en el exterior. Un estilo de caricatura muy personal, es de lo más admirado de su generación. Volvió a Brasil en 1992, después de haber residido por más de quince años en Europa, básicamente en Alemania. Apodado como el “mayor derretidor de la figura humana”, es colaborador asiduo de El País de Madrid, La Repubblica de Roma y Liberation de París.
Ziraldo (1932) De los caricaturistas surgidos en la segunda mitad del siglo, es tal vez el que tenga el dibujo más popular. Sus ilustraciones han estado presentes en los últimos 40 años de la vida brasileña, con un trazo inconfundible. Escritor, creador de personajes populares como Menino Maluquinho (conocido en el Río de la Plata como “El pibe piola”) y Pererê. Co fundador de O Pasquim, edita desde hace un año la revista de humor Bundas.
Paulo y Chico Caruso (1949). Hermanos gemelos. Idénticos en cuerpo y trazo. Paulo es cinco minutos mayor que Chico. Publican en Jornal do Brasil, Veja, Istoé, Bundas y O Globo. La especialidad de ambos es la caricatura (e historieta) política. No dejan títere con cabeza.
Lan (1925). Un veterano en esta reseña. Siguió la tradición de Agostini (italiano) y Guevara (paraguayo) que a pesar de haber nacido en otro país, se radicó en Brasil. Lanfranco Vaselli, Lan a la hora de firmar dibujos, nació en Florencia y se formo en Argentina y en Uruguay. Colaborador de Ultima Hora, fue el creador en 1954 de la figura de Carlos Lacerda como un cuervo, imagen que el político nunca más pudo hacer olvidar.
3 comentarios:
¡qué interesante! no se me había ocurrido considerarlo.
Creo que exploraré este tema...
Gracias!!
Muito bom ler no exterior matérias que fazem o nosso dia-a-dia. Lendo, descobrindo e aprendendo. Amei. Obrigada Sr. Jaime Clara
Muito legal seu blog, em especial este artigo sobre o Brasil e sua política corrupta.
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