Hace hoy 40 años, moría Francisco Espínola, Paco. En el cementerio de San José recibían sepultura en una tumba sin nombre. Esto no es una figura literaria, sino que es la realidad, ya que Paco fue enterrado en el nicho de la familia Bonavita.
Durante años con mi tía Etna llevábamos flores a ese escritor que nadie podía saber que se encontraba allí. Claro, debía ser un escritor peligroso para la dictadura que, ese 27 de junio de 1973, se instaló en el país.
Dibujo en iPad
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