Carlos Sául Menem, a su paso por la presidencia de Argentina, hizo gala de sus conocimientos de historia al afirmar, entre otras cosas que “pende sobre nuestras cabezas la espada de Penélope”; “acá no se trata de sacarle a los ricos para darle a los pobres como hacía Robinson Crusoe”; y “leo mucho a Sócrates: en mi biblioteca tengo la colección completa de sus obras.” (Tomado de larevista.com.mx)
Damocles pudo haberle prestado a Penélope la espada cuando a ella se le rompió una de sus agujas, limando un poquito el filo podía andar. Robinson Crusoe le debe haber robado a su empleado, el que juntó tanta plata que ya rico podía comprarse su libertad, después quien sabe lo que hizo Robinson con el dinero.
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