EL RECUERDO PERMANENTE.
Un día como hoy, del año 2007, moría el Maestro Guillermo Fernández, que tanta falta hace en este país. Fue absurdo el accidente de tránsito en el que falleció, junto a su esposa, la divertida Marta Rolfo. El Uruguay está en deuda con una revisión y muestra que mantenga en la memoria a uno de los más generosos artistas plásticos y docentes, que cultivaba un perfil demasiado bajo. Guillermo fue un tipo muy grande para este país.
Pintor, grabador y decorador nacido en Montevideo el 25 de julio de 1928. El 1949 se vinculó con el Maestro Joaquín Torres García e inició sus estudios con el pintor Alceu Ribeiro. Ingresó al Taller Torres García en 1951 continuando su formación con Alceu Ribeiro, Augusto Torres, Nenin Matto, Horacio Torres y José Gurvich. Realizó viajes de estudio a la República Argentina (1957-58), San Pablo (1968). Fue docente en Enseñanza Secundaria. Intervino en la organización y Dirección del Taller Municipal de Artes Plásticas de Paysandú (1959-66). Desde 1962 dicta clases en su propio taller de donde han egresado notorios plásticos del país. Entre 1960 y 1970 realiza decoración mural en piedra, bronce y madera trabajando con distintos equipos de arquitectos. Fue dibujante ilustrador en los diarios "El Diario", Acción", "El País" realizando trabajos también para Cine Club del Uruguay.
Realizó exposiciones individuales en: Centro Uruguayo de Promoción Cultural, 1966; Biblioteca Municipal de Paysandú, 1967; Estudio 2, Salto, 1968; Galería Moretti, 1970; Galería Losada, 1973; Club de Arte Galería Bruzzone, 1976; Salón de Artesanos Unidos, 1984; Paseo de la Matriz, 1993, 1996; Embajada de la República Federal de Alemania; Centro Cultural del Ministerio de Educación y Cultura, 2001; Museo de Arte Moderno La Plata, Argentina, 2003. Participó en treinta exposiciones colectivas realizadas por el Taller Torres García en Montevideo, en el interior de la República, en la Argentina y en los Estados Unidos.
Entre los premios obtenidos se destaca: Premio Adquisición XII Salón Municipal, 1960; Tercer Premio Decoración Mural para el Palacio de la Luz, 1950; Segundo Premio conjuntamente con los Arqs. Fedor Tisch, Enrique Monestier, y Julio Jimeno en el Concurso para el Memorial José Batlle y Ordóñez, 1963. En 1997 le es otorgado el Premio Nacional Pedro Figari por el Banco Central del Uruguay. Premio Morosoli Fundación Lolita Rubial a la trayectoria en Pintura, 2002; Premio a la Docencia de artes plásticas Comisión Uruguaya de Artistas Plásticos AIAP/UNESCO, 2002.
Guillermo Fernández recorrió a través del dibujo la vía que había sido abierta por Torres García en la serie de retratos medidos. Fernández mismo permanecerá fiel al género. A la problemática derivada de la aplicación de la sección áurea a los retratos, Fernández la prolonga obteniendo una distorsión basada en pautas más subjetivas. El dibujo es uno de los polos de atracción de su obra. El artista persigue una cierta expresión de sus modelos y procura trasmitir esa expresividad, deteniéndose en el umbral del expresionismo.
Está representado con obra en el Palacio Legislativo, Banco Central; Banco Comercial; Banco República;en el Museo Municipal "Juan Manuel Blanes", en el Museo Nacional de Artes Visuales, en Rose Fried Gallery de Nueva York.(Tomado de la web del MNAV)
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