1 de julio de 2014

Lo que el cine se llevó

Lincoln Maiztegui Casas (Montevideo, 1942) forma parte de una generación de periodistas en vías de extinción. Es apasionado, temperamental, riguroso, estudioso, enciclopédico y con una memoria única.


Por Jaime Clara Su último libro lo dedica al cine, pese a que se ha especializado a escribir de historia, de política, de educación, hasta de fútbol (es fanático de Nacional), de ajedrez y sobre fumadores. Lo del cine es esporádico. En el libro que acaba de editar Planeta, reunió casi todos sus artículos periodísticos sobre el séptimo arte.

 De entrada se define como cinéfilo y lo hace con la misma pasión con que defendió siempre sus posturas. Durante su infancia y adolescencia, el cine era la única posibilidad de sociabilización y conocimiento que existía. "Como todo niño de mi tiempo, me inicié viendo los dibujos animados y, algo más tarde, los largometrajes de Walt Disney, a quien considero un genio en la más completa extensión del término." Y no se queda con esa simple y correcta descripción, sino que le agrega "no me extraña que (Disney) no le gustara a Mario Benedetti; la fantasía y la ternura no son para los mediocres, ni para los que se creyeron haber descubierto las leyes que rigen (si es que tal cosa existe, lo que no creo) el devenir del destino del ser humano." (pag 9)

Para Maiztegui es muy difícil, para un joven de hoy, imaginar un mundo sin televisión, sin computadoras  "y sin la pluralidad de artefactos electrónicos que hoy sirven para divertir, comunicar y vincular a la gente", como para los de su generación es difícil imaginar la ausencia de cines. "Yo aprendí mucho más de la guerra de Argelia con la película La batalla de Argelia (1965) de Gillo Portecorvo, que leyendo cincuenta libros", me confesó hace algunos días durante una entrevista radial.

El libro Lo que el cine se llevó, es un recorrido por grandes películas que aun hoy son disfrutables, en tanto fueron y serán clásicos, como El golpe (1973) con Paul Newman y Robert Redford con la maravillosa música de Scott Joplin o El gran escape (1963) con un multiestelar elenco de estrellas, sobre una histórica fuga de presos en la Segunda Guerra Mundial.

Pero no todo es nostalgia en este delicioso libro. Hay reseñas sobre Tarantino, Batman y George Clooney o Glen Close pasando por Travolta, Woodt Allen o Norma Aleandro y "el amor maduro".

Si se repasa el índice del libro, se descubre una muy ordenada estructura de notas sobre cine en general, sobre actores, sobre directores, sobre películas, obituarios y algunos textos personales, donde se destaca una entrevista realizada al periodista y crítico Homero Alsina Thevenet que no tiene desperdicio. "Pobreza hubo siempre; el interior era, en ese tiempo (el de las vacas gordas) extremadamente pobre e inculto. Había miseria en las ciudades del interior y en el cinturón de Montevideo. ¿De qué estamos hablando? ¿De la riqueza de las vacas? Y de la ignorancia Ni hablemos. El Estado uruguayo ha tenido siempre un discurso muy bonito sobre la cultura, pero muy poca cosa práctica" (pág 346)

El libro de Lincoln Maiztegui es disfrutable e informativo. Los textos, más bien breves, son contundentes y cargados de datos, lo que lo hace también casi enciclopédico, como lo prendió ser el autor, resultado de una generación única.


LO QUE EL CINE SE LLEVO. Lincoln Maiztegui Casas. Editorial Planeta. 382 páginas

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