30 de julio de 2013

Saludable adicción

El mercado editorial no es ajeno a los criterios de markentig que tiene cualquier producto que va a ser lanzado a la venta. Si se entiende a la cultura como una industria, eso no está mal. Aunque un libro no es un jabón o un refresco cola, lo cierto es que el lanzamiento de un libro, muchas veces, viene cargado de comentarios que generan una inusitada expectativa. 

Por Jaime Clara 

Esto es sucedió, por ejemplo, en los últimos días con el libro La verdad sobre el caso Harry Quebert. Su autor es un joven de 27 años, de origen suizo, un ilustre desconocido llamado Joël Dicker. 

A diferencia de otros best sellers, de este libro no se dice que es un antes y un después de la literatura, ni viene cargado con todo ese misterio que generó alguno de los libros de Dan Brown, como El código Da Vinci. En este caso, lo que se repite constantemente es que se trata de un libro adictivo. Un libro que se comienza a leer y que no pude soltarse, porque uno quiere saber qué es lo que sucede al final de las setecientas páginas. Como confesión y reconocimiento, debo admitirlo: es un libro adictivo. Claro que no faltan quienes son despiadados y dicen que se trata de un libro liviano. En eso soy muy claro: el libro me entretuvo y me enganchó como pocos.
A priori, los condimentos pueden parecer poco originales cuando se habla de novelas policiales. Un escritor (aquí hay dos), un par de asesinatos y la búsqueda del asesino para aclarar el caso, que acusa a Harry Quebert, de ser el culpable.

La acción sucede en varios momentos. Salta de 2008 a 1975 o a la década del 90 si es necesario. Y lo hace con mucha naturalidad. Los escenarios fundamentales son Nueva York y un pequeño pueblo, tipo balneario, Aurora, en la costa este de Estados Unidos. 

Todo comienza con pánico que le genera la página en blanco a un escritor joven, que está metido en el mundo editorial, en el medio de una industria que lo quiere fagocitar. Valés si vendés. Y vendés, si escribís lo más morboso y retorcido que se te pueda ocurrir. Y el protagonista, no quiere ceder a las presiones de su editor. Cuando va a buscar paz a sus orígenes literarios, a encontrarse con Quebert, allí comienza la gran aventura.

La verdad sobre el caso Harry Quebert viene precedida de éxito de lectores y crítica. Claro que también tienes sus críticos. Como todo éxito Está cantado que será una película muy pronto. Como sucedió con la trilogía Mileniumm, en su momento. En un artículo que leí hace poco, se decía que “todo gran escritor (y Joël Dicker nos ha demostrado sobradamente que lo es) sabe que la buena literatura es una mezcla de verdad y mentira. De ficción y realidad. Es por eso que La verdad sobre el caso de Harry Quebert es un libro en el que todos los personajes mienten cuando dicen la verdad y viceversa.” Este juego de verdad y mentira es lo que hace de la novela, editada por Alfaguara, un relato seductor y atrapante. (Columna de libros publicada en el diario Primera Hora de San José.)

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