12 de junio de 2012

Ante el robo de obras de arte en dependencias públicas


Este es el Figari robado del despacho de Ana Olivera


Hace bien la Intendencia de Montevideo en devolver los cuadros originales que no sabe cuidar. Ha demostrado su ineptitud para cuidar mínimamente parte de ese patrimonio artístico. Para eso tiene gente especializada y museos.

Los despachos oficiales o las oficinas públicas o cualquier dependencia oficial (de ninguno de los tres Poderes) no son lugares para que estén obras originales. Esta ha sido una manía histórica del Estado Uruguayo que le ha costado carísimo al país. En todas las admnistraciones. Los dislates no son de este gobierno, vienen de siempre. No dudamos que muchas obras se deben haber vendido o están en algún domicilio particular. Urge un inventario serio y creíble. Y en caso de constatar irregularidades, aplicar la ley sin miedo. 

El dibujo de Figari robado del mismísimo despacho de la Intendenta, además, merece una respuesta pública y una investigación a fondo.

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