Hace 50 años se moría el autor de una novela increíble. "Viaje al fin de la noche" es de las grandes creaciones del siglo XX. Claro, Louis Ferdinand Céline es censurado y atacado por otros motivos, ajenos al literario. Fernando Savater escribió, ayer en El País de Madrid que "a fuerza de proclamar que este año no se va a celebrar oficialmente de ningún modo el medio siglo de su muerte, Louis-Ferdinand Céline se ha llevado por fin la conmemoración más sonada. Y también la más comprometida intelectualmente : no para él, claro, sino para nosotros sus lectores. Porque la cuestión no es si Céline (es curioso que el afamado misógino Destouches eligiera un seudónimo femenino para firmar sus libros, caso infrecuente… como todo lo que le atañe) merece recibir homenajes, ya que literariamente es difícil negárselos y humanamente es imposible rendírselos. Lo inquietante es el estremecimiento que su obra produce en quienes la frecuentamos y que nada tiene que ver con el acatamiento de su ideología política o, más bien, de sus ideologías : pacifista hasta 1940, colaboracionista antisemita después, inventor de una suerte de bufo « socialismo a la francesa », etcétera. ¿ Cómo podemos apreciarle tanto, sin dejar nunca de detestarle ? Desde luego, no se trata de un problema moral. La competencia profesional o la valía artística pueden darse en personas muy poco recomendables… sin que dejemos de apreciarlas. A mí no me importa si el piloto del avión en que viajo es buen padre de familia, me basta con estar seguro de su pericia. Si no la tiene, ya puede ser santo que preferiré viajar en tren. La moral no es universalmente exigible en todos los campos (como el respeto a la legalidad), todo lo más resulta deseable. Quien se niega a leer a Quevedo (cuya ideología no fue mucho mejor que la de Céline), o rechaza El mercader de Venecia por antisemita y Otelo por apología de la violencia de género es un filisteo, no un exquisito moralista. Pero lo grave es que las abominables desmesuras raciales y políticas de Céline mantienen un torturado parentesco con los rasgos que hacen su obra única e insustituible en la literatura del siglo XX."
Lo que me impresiona es como se ha borrado toda su obra -excepto el viaje al final de la noche-. Da la sensación que la censura funciona con eficiencia. Nunca pude encontrar ningún otro libro de él, que no sea ese excelente y clásico relato.
ResponderBorrar¿Hay algún otro libro que se encuentre en algún lado?
Gracias por tu comentario Eduardo. Hay muy poco. El sábado entrevisté por este tema, justamente, a Federico Arregui de la libreria El Narrador (Pocitos) http://www.elnarradorlibros.com/, te aconsejo escribirle o que te des una vuelta. Puede haber algo más. Lo dudo. Uruguay está muy lejos del mundo.
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