27 de noviembre de 2009

Noticias: nuevo libro de Sábat

"Pesimista militante:

una interpretación gráfica sobre Onetti"

Tomado de la Revista Ñ del diario Clarín de Buenos Aires. El nuevo libro de dibujos -o caricaturas o pinturas -de Hermelegildo Sábat, Pesimista Militante. Una interpretación gráfica de Juan Carlos Onetti, que se presentó en Montevideo, en la Facultad de Artes de la Universidad de la República, será un tesoro para los lectores del gran escritor uruguayo (Premio Cervantes, 1980), a 100 años de su nacimiento. ¿Por qué un tesoro? Por dos motivos, uno obvio y otro no tanto. En primer lugar, los dibujos (veintidós caricaturas inéditas que retratan a Onetti desde su juventud bohemia montevideana hasta su exilio melancólico en Madrid, pocos años antes de morir) son de las clásicas pinceladas de Sábat, ya una leyenda del periodismo gráfico del Río de la Plata.
Amigos de toda la vida, la mirada de Sábat es mucho más que documental. Es como un reencuentro sentimental con el escritor, que murió en 1994, en Madrid. La convivencia con los dibujos ofrece al lector la posibilidad de llegar a conocer un Onetti auténtico, como uno se imagina que lo percibían sus amigos: se ven sus gestos, sus miradas, sus hábitos -la lectura y el tabaco, por ejemplo-, su vestimenta y su melancolía. ¿Y el segundo motivo que hace que este delgado álbum sea indispensable para los onettianos? Cada dibujo esta acompañado por un breve texto que, como las caricaturas, resume el ser fundamental de Juan Carlos Onetti, tal vez mejor, incluso, que una extensa biografía autorizada. Un ejemplo: "Mientras ladraba en el hall de su departamento de Madrid, dirigía su estentórea voz hacía un oscuro espacio debajo de la mesa, y acusaba: "Están allí". Como nadie inquiría, redondeaba el chiste con dos palabras: "La CIA".La presentación de Pesimista Militante fue en el marco de la inauguración de la exposición de las obras originales del libro.

La presentación del libro de "Menchi", como le dicen a Sábat sus amigos, estuvo a cargo de Lászlo Erdelyi, director del suplemento cultural del diario El País, de Uruguay, el escritor Enrique Estrázulas, y Omar Prego Gadea, especialista en la obra de Onetti y autor del prólogo de Pesimista Militante, en el que dice: "Sábat ha creado un nuevo género narrativo que encuentra su expresión en este libro-objeto. En este álbum. Y el personaje es Onetti. El pintor-escritor lo califica, lo bautiza interpretación gráfica. Veraz definición para este libro que nos captura, nos fascina, que no escapa, sino que exige el calificativo obra de arte."
El primero en hablar fue Prego Gadea: "Este libro, que es una maravilla, sirve para ir penetrando en el mundo de Onetti, y de sus cuentos". Señaló su deseo de que este libro pueda aportar a que una nueva generación de lectores jóvenes conozcan a Onetti y de esta manera siga presente.
Le siguió Estrázulas, quien consideró que Sábat "es uno de los mejores dibujantes del mundo". Erdelyi, por su parte, dijo que "Onetti aún sigue siendo en Uruguay un autor más de nombre que leído. Hay una falta de lectura en las generaciones jóvenes". Sábat, a su turno, dijo que consideraba que este libro, así como los que hizo sobre el poeta portugués Fernando Pessoa y sobre Astor Piazzolla, son tres obras sobre personas tímidas, y que él tiene simpatía por los tímidos. "Pessoa es el premio Nobel de los tímidos", señaló, y agregó que a Onetti no le hubiera gustado este homenaje, porque él era antihomenajes.
En una charla previa a la ceremonia, Sábat contó a Clarín algo de los orígenes del libro y de su amistad con Juan Carlos Onetti. "Yo no lo quiero decir, pero gran parte de las cosas que están allí son autobiográficas." Aunque se detecta a veces una especie de juego literario, Sábat afirma que todo lo que está escrito es producto de su memoria, de sus encuentros con Onetti tanto en las redacciones y los cafés de Uruguay y Buenos Aires como en la casa de Onetti en el exilio. Es de esperar que el libro de Sábat le transmita al lector la lenta y profunda meditación que fue el terreno preparatorio de la obra.


Dice Sábat: "Lleva mucho tiempo conocerse a uno mismo. Y conocer a un tipo difícil como era Onetti también es difícil. Yo a Onetti lo leo y lo releo y pienso que generó un mundo donde podían existir sus personajes. Y creo que leer a Onetti no genera un esfuerzo, pero sí es para los que aman la lectura. No es una lectura para iniciados, ni nada por el estilo. Pero hay que tener el hábito de la lectura para tolerar a Onetti, porque requiere mucha concentración."Sin caer en sentimentalismos, Sábat no pudo evitar confesar que su libro es un acto de amor fraternal: "Esta es la única forma que yo tengo ahora para acercarme a él. Yo lo extraño. Era un tipo único."Así como los dibujos no caen en estereotipos, sino que sorprenden por su sencillez y espíritu lúdico, Sábat tiene una mirada sobre Onetti que supera el cliché: "Sucede lo siguiente. Creo que no todo el mundo se acepta a si mismo tal como es. Onetti se aceptaba tal como era. Entonces evidentemente tenía, además, lo que tiene la gente como él: un sistema y una disciplina que le permitieron escribir varios libros". Preguntamos si se refiere a su alcoholismo. Sábat contesta: "El punto es éste. Yo creo que se ha difundido demasiado el hecho que él era alcohólico (cosa que si era) y el hecho de que pasó no sé cuantas horas dentro de la cama. Pero esto es una reducción demasiado simplista para definir un hombre. Es decir, si se entra plenamente en la lectura de Onetti, uno se encuentra con un hombre completo."Onetti es un escritor que inspira a los otros escritores. Lo que se llama en ingles, a "writer's writer": o un escritor de escritores. Novelistas de indiscutible prestigio, desde Carlos Fuentes hasta Julio Cortázar, lo han citado no sólo como una inspiración, sino como uno de los manantiales de la literatura latinoamericana del siglo XX.En un ensayo publicado en el 2008, titulado El viaje a la ficción, Mario Vargas Llosa no se reserva los elogios y declaraciones de admiración profunda por el novelista y cuentista uruguayo. Es, de hecho, uno de los libros recientes más interesantes para acercarse al mundo artístico de Onetti, a quien Cortázar definió como "el más grande novelista latinoamericano."


Salvo la última (Onetti en la cama, fumando, leyendo) el resto de las ilustraciones son históricas caricaturas de Sábat publicadas en varios medios durante varios años.

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