Creemos adivinar los sentimientos del otro, no podemos, por supuesto, nunca podremos. No tiene importancia. En realidad es la ternura la que me interesa. Ése es el don que me conmueve, que me sostiene, esta mañana, igual que todas las mañanas.
30 de diciembre de 2011
16 de diciembre de 2011
1 de diciembre de 2011
30 de noviembre de 2011
Julio César Castro / Juceca (1932 -2003)
Un cuentito de Don Verídico
Hombre que supo quedar afónico de la parte de la garganta de la voz humana, fue un tal Franelo Frenillo. Hombre malo, enojoso, camorrero y ligero para el grito destemplado y mandón.
Casado supo estar, con Semejanta Tajante, muy dada a la lectura ella, que gustaba tomar sopa de letras pa formar poemas en el borde del plato y recitarlos de sobremesa. Un plomo.
Y una vuelta que estaba armando un verso de lo más romántico y ridículo, acertó a pasar un tal Moquete Gofio, y va y le sacude el plato y le entrevera el pensamiento trabajosamente escrito letrita por letrita en la orilla de loza.
Derrumbóse la poeta orillera. Desalentóse. Sintió que la vida era un insulto. Deprimióse. Lloró sobre su plato, y la sopa aguachentóse.
El marido, enteróse. Malo era Franelo Frenillo, lo dijimos ya, y ligero para el grito. Persiguió a Moquete Gofio y le quiso gritar su furia, pero el grito se trabó en su garguero, se le ahorcó en sus cuerdas vocales, y frustrósele.
No hay cosa más peligrosa que un camorrero afónico, y eso era entonces Franelo Frenillo, el enojoso. Cuando llegó al boliche El Resorte a comprar pastillas, entró y se acodó sin saludar. Lo miraron mal, porque el que llega saluda o es un grosero y allí estaba la Duvija, y se la notó molesta. El fumigador, de avioneta atada al palenque, le hizo una guiñada y ella se olvidó del mal educadito.
Franelo Frenillo aprovechó el polvo que había en una punta del mostrador, y con el dedo escribió: "Pastilla de ucalito,¿hay?".
Fue Azulejo Verdoso el que le escribió abajo: "Pastilla no, pero ucalito tenemo un monte ahí nomás".
Volvió Franelo con su dedo escritor y dejó dicho: "Háblenme, bobetas, que estoy afónico pero no soy sordo".
Le hablaron todos. Aquello era un escándalo porque quien más quien menos le quería dar un consejo para curarlo de la garganta, un remedio casero, una dirección de médico, de curandera y hasta de empresa fúnebre por si se empeoraba. Alguien comentó que habría que tener cuidado no fuera cosa que el hombre tuviera el virus, y el de la avioneta, comedido, se le ofreció pa fumigarlo. Fue el tape Olmedo el que le hizo abrir la boca y se le asomó con un gargarescopio, y lo mira así, en lo profundo de la garganta, y le ve aquello y comenta.
- Tiene un grito trabado entre dos cuerdas, una vocal y la otra consonante. Hay que darle vino del especial.
Alguien fue y trajo un vinito de la casa añejado a fuerza de darle disgustos, porque los disgustos envejecen.
Se le aflojaron las cuerdas, zafó el grito, y salió con tanta fuerza y enojo, que la mortadela que colgaba del techo quedó chicoteando de un lau pal otro. Al verla, el barcino le saltó, se le prendió, y en aquel ir y venir, se hamacaba y se hamacaba
Casado supo estar, con Semejanta Tajante, muy dada a la lectura ella, que gustaba tomar sopa de letras pa formar poemas en el borde del plato y recitarlos de sobremesa. Un plomo.
Y una vuelta que estaba armando un verso de lo más romántico y ridículo, acertó a pasar un tal Moquete Gofio, y va y le sacude el plato y le entrevera el pensamiento trabajosamente escrito letrita por letrita en la orilla de loza.
Derrumbóse la poeta orillera. Desalentóse. Sintió que la vida era un insulto. Deprimióse. Lloró sobre su plato, y la sopa aguachentóse.
El marido, enteróse. Malo era Franelo Frenillo, lo dijimos ya, y ligero para el grito. Persiguió a Moquete Gofio y le quiso gritar su furia, pero el grito se trabó en su garguero, se le ahorcó en sus cuerdas vocales, y frustrósele.
No hay cosa más peligrosa que un camorrero afónico, y eso era entonces Franelo Frenillo, el enojoso. Cuando llegó al boliche El Resorte a comprar pastillas, entró y se acodó sin saludar. Lo miraron mal, porque el que llega saluda o es un grosero y allí estaba la Duvija, y se la notó molesta. El fumigador, de avioneta atada al palenque, le hizo una guiñada y ella se olvidó del mal educadito.
Franelo Frenillo aprovechó el polvo que había en una punta del mostrador, y con el dedo escribió: "Pastilla de ucalito,¿hay?".
Fue Azulejo Verdoso el que le escribió abajo: "Pastilla no, pero ucalito tenemo un monte ahí nomás".
Volvió Franelo con su dedo escritor y dejó dicho: "Háblenme, bobetas, que estoy afónico pero no soy sordo".
Le hablaron todos. Aquello era un escándalo porque quien más quien menos le quería dar un consejo para curarlo de la garganta, un remedio casero, una dirección de médico, de curandera y hasta de empresa fúnebre por si se empeoraba. Alguien comentó que habría que tener cuidado no fuera cosa que el hombre tuviera el virus, y el de la avioneta, comedido, se le ofreció pa fumigarlo. Fue el tape Olmedo el que le hizo abrir la boca y se le asomó con un gargarescopio, y lo mira así, en lo profundo de la garganta, y le ve aquello y comenta.
- Tiene un grito trabado entre dos cuerdas, una vocal y la otra consonante. Hay que darle vino del especial.
Alguien fue y trajo un vinito de la casa añejado a fuerza de darle disgustos, porque los disgustos envejecen.
Se le aflojaron las cuerdas, zafó el grito, y salió con tanta fuerza y enojo, que la mortadela que colgaba del techo quedó chicoteando de un lau pal otro. Al verla, el barcino le saltó, se le prendió, y en aquel ir y venir, se hamacaba y se hamacaba
29 de noviembre de 2011
23 de noviembre de 2011
Caricaturas
Un modo de decir las cosas
Escrita por
En un artículo de 1956, el escritor cubano Alejo Carpentier definió a la caricatura como “un modo de expresión que dispone de argumentos propios para decir las cosas”. Es una justa definición para un género que ha tenido -y tiene- una gran difusión a través de la prensa y hoy, tecnología mediante, se multiplica a través de las redes sociales, blogs y publicaciones virtuales.
Dibujo de Arotxa |
Se podrá decir, con toda razón, que toda manifestación artística es un modo de decir las cosas, pero en la definición de Carpentier, el concepto de modo propio es el que hay que destacar para profundizar en la caricatura y su mundo. Cuando se habla de caricatura se sabe de qué se habla y ya no es necesario ir al siglo XVI para encontrar el concepto original de caricare, que quiere decir “cargar” y recordar que de allí nace la palabra caricatura. Para el pintor italiano Annibale Carracci (1560-1609) la tarea del caricaturista es exactamente la del artista clásico, ya que “los dos ven la verdad perenne detrás de la superficie de la mera apariencia exterior. Los dos tratan de ayudar a la naturaleza a llevar a cabo su plan. Uno puede tratar de visualizar la forma perfecta y plasmarla en su trabajo, el otro aprehende la deformidad perfecta y así revela la esencia absoluta de la personalidad. Una buena caricatura, como toda obra de arte, es más parecida a la realidad que la vida misma”. Carpentier tituló el artículo citado de la revista Letra y Solfa como “De la caricatura como una de las bellas artes”.
Dibujo de Ombú |
Con el tiempo y el desarrollo de las técnicas de impresión, la difusión de las caricaturas a través de los medios informativos se consolidó como un género periodístico más. Los ilustradores de prensa eligen o reciben el tema y las herramientas de la plástica para expresarse. Algunos se apoyan con textos, otros no, pero todos apuntan a llegar al lector con un mensaje directo, claro y lo más contundente posible. Muchas veces las caricaturas o las ilustraciones, son más explicitas que algunos artículos de prensa, dejando de ser meramente “exageraciones” o “deformaciones” que antiguamente definían al género.
En un ensayo sobre sátira y caricatura, el poeta francés Charles Baudelaire escribió que “sin duda alguna, una historia general de la caricatura en sus relaciones con todos los hechos políticos y religiosos, graves o frívolos, relativos al espíritu nacional o a la moda, y que han agitado a la humanidad, resultaría una obra gloriosa e importante”.
John Tenniel . Dibujo de 1870 |
La caricatura ha tenido, en la política, uno de sus temas preferidos, pero ningún caricaturista es reconocido, si no es efectivo e insicivo en su oficio. No hay fronteras sobre lo se que puede o no dibujar. No hay un tema bueno o malo, sino la forma de cómo se trate. Esto, naturalmente puede ser extensivo a la ilustración de prensa. Para el caricaturista norteamericano Al Hirschfeld, una caricatura no depende de la calidad, sino de la idea. Pero parece que la caricatura debe rendir examen en forma permanente. La vida de los dibujos en diarios y revistas, está condenada a ser tan efímera como el producto que las muestra. El diario de ayer, hoy ya es viejo. Muchos caricaturistas renombrados recogen en libros sus trabajos editados. De esa forma respaldan lo que en papel de diario o revista resulta difícil conservar. Una forma de hacer perdurar y documentar la obra.
Dibujo de Sábat |
Uruguay ha dado una inusual cantidad de caricaturistas destacados, tanto a nivel local como internacional, pero eso seguramente lo trataremos en las próximas entregas.
Ir a la nota en ARTE de El País de Montevideo.
22 de noviembre de 2011
21 de noviembre de 2011
15 de noviembre de 2011
Horacio Quiroga
Decálogo del perfecto cuentista
ICree en un maestro -Poe, Maupassant, Kipling, Chejov- como en Dios mismo.
II
Cree que su arte es una cima inaccesible. No sueñes en domarla. Cuando puedas hacerlo, lo conseguirás sin saberlo tú mismo.
III
Resiste cuanto puedas a la imitación, pero imita si el influjo es demasiado fuerte. Más que ninguna otra cosa, el desarrollo de la personalidad es una larga paciencia.
IV
Ten fe ciega no en tu capacidad para el triunfo, sino en el ardor con que lo deseas. Ama a tu arte como a tu novia, dándole todo tu corazón.
V
No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra adónde vas. En un cuento bien logrado, las tres primeras líneas tienen casi la importancia de las tres últimas.
VI
Si quieres expresar con exactitud esta circunstancia: "Desde el río soplaba el viento frío", no hay en lengua humana más palabras que las apuntadas para expresarla. Una vez dueño de tus palabras, no te preocupes de observar si son entre sí consonantes o asonantes.
VII
No adjetives sin necesidad. Inútiles serán cuantas colas de color adhieras a un sustantivo débil. Si hallas el que es preciso, él solo tendrá un color incomparable. Pero hay que hallarlo.
VIII
Toma a tus personajes de la mano y llévalos firmemente hasta el final, sin ver otra cosa que el camino que les trazaste. No te distraigas viendo tú lo que ellos pueden o no les importa ver. No abuses del lector. Un cuento es una novela depurada de ripios. Ten esto por una verdad absoluta, aunque no lo sea.
IX
No escribas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir, y evócala luego. Si eres capaz entonces de revivirla tal cual fue, has llegado en arte a la mitad del camino.
X
No pienses en tus amigos al escribir, ni en la impresión que hará tu historia. Cuenta como si tu relato no tuviera interés más que para el pequeño ambiente de tus personajes, de los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se obtiene la vida del cuento.
14 de noviembre de 2011
10 de noviembre de 2011
9 de noviembre de 2011
8 de noviembre de 2011
4 de noviembre de 2011
Dibujo para Dixit, revista de la Universidad Católica, para la sección "Pioneros". Se trata del Ing. Horacio Sheck, fundador de Canal 12.http://revistadixit.ucu.edu.uy/
31 de octubre de 2011
27 de octubre de 2011
26 de octubre de 2011
Poeta Juan Gelman
Arte
poética
Entre
tantos oficios ejerzo éste que no es mío,
como un
amo implacable
me
obliga a trabajar de día, de noche,
con
dolor, con amor,
bajo la
lluvia, en la catástrofe,
cuando
se abren los brazos de la ternura o del, alma,
cuando
la enfermedad hunde las manos.
A este
oficio me obligan los dolores ajenos,
las
lágrimas, los pañuelos saludadores,
las
promesas en medio del otoño o del fuego,
los
besos del encuentro, los besos del adiós,
todo me
obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.
Nunca
fui el dueño de mis cenizas, mis versos,
rostros
oscuros los escriben como tirar contra la muerte.
25 de octubre de 2011
24 de octubre de 2011
Identidad y bicentenario
Significado
y noción
"Tener patria es un regalo al que tarde en tarde hay que
corresponder."
Gabriela Mistral
Gabriela Mistral
Vaya a
saber uno el motivo, pero lo cierto es que los uruguayos tenemos serios problemas
con nuestra identidad. Permanentemente en los medios de comunicación nos
encontramos con debates sobre nuestros orígenes, o sobre cómo nos ven o sobre
qué se dice de los uruguayos en el exterior. Disfrutamos al hacer una lista de
nuestras virtudes y –aunque cueste- de nuestros defectos también. No hay país en el mundo que permanentemente
se cuestione su identidad como Uruguay.
Hemos sido
un país que ha estado preocupado más por parecerse a otros modelos, que
tratando de fortalecer una identidad propia. Quizás una aproximación al por
qué de estos cuestionamientos la da el
historiador Gerardo Caetano, durante una charla en Nueva Helvecia, en 1993: “Uno
puede decir sin temor a equivocarse o exagerar que el Uruguay ha sido un
país que a lo largo de su historia ha
estado obsesionado por el "afuera" del mundo y la región. En realidad
no pudo haber sido de otra manera: si tenemos en cuenta los itinerarios de su
historia social, si reparamos en su configuración demográfica, en el proceso de
construcción de su cultura, en las modalidades colectivas de encarar la política
o de incorporarse a los debates del mundo, difícilmente podamos contradecir esa
percepción. El "afuera" ha sido para los uruguayos, como ha dicho
Francisco Panizza, una "imagen constitutiva" y una "mirada
constituyente". El mundo y la región, en efecto, han constituido una y
otra vez una referencia de comparación, pero también han sido concebidos y
percibidos colectivamente como un lugar desde donde se nos mira y se nos
"constituye" (en toda mirada hay un proceso de constitución del que mira).
En suma, el de los uruguayos ha sido históricamente un "adentro" muy interpenetrado
por el "afuera", en donde las fronteras entre una y otra dimensión resultan
borrosas.
Aunque
claro, como dijo el escritor Hugo Achúgar en una entrevista, “por suerte no se
ha inventado un identidómetro” No hay medida para la identidad nacional y un
aparatito para calcularla. La identidad es un conjunto de identidades, no hay
un modo único. Hay distintas construcciones. La identidad es, antes que nada,
un proceso. No es una cosa fija, esencial. La identidad, como proceso humano,
es un conjunto de valores, de emociones, de percepciones, es algo que va
cambiando con el tiempo y que es mucho más diversa que lo que se cree. Hay una tendencia
a fijar la identidad, que, reiteramos, es un proceso que no se puede medir. La
identidad es algo que la gente construye, que está en el imaginario, en eso que
llama el imaginario social. La identidad no solo está en lo que uno percibe,
sino –y sobre todo- en lo que los demás nos perciben.
Los
uruguayos deberíamos bucear en nuestro patrimonio, en la memoria colectiva
tratando de encontrar significados. La noción es el conocimiento elemental que
se tiene de algo. Y eso es lo que pasa
cuando no profundizamos en las cosas propias. Da la sensación que, hasta el
momento, solo nos conformamos, simplemente con nociones. Que los días del
patrimonio, que el recuerdo del bicentenario, más allá de todos los fuegos
artificiales, sirva para que le encontremos el significado al concepto de
nación y superemos la débil noción de patria que tenemos.
Artículo publicado en el suplemento especial del diario Primera hora de San José con motivo del Bicentenario y el Día del Patrimonio. 22 de octubre de 2011
21 de octubre de 2011
El poético abrazo de la noche
A propósito de “Es inmensa la noche”, de Jaime Clara.
A propósito de “Es inmensa la noche”, de Jaime Clara.
Si bien Jaime Clara (San José de Mayo 1965) no es alguien desconocido
para el público uruguayo tal vez sea una agradable sorpresa encontrarse
con su poesía. Excelente periodista, conductor radial, docente y
dibujante, Clara se estrena para el público uruguayo con Es Inmensa La
Noche, si bien había debutado en estas lides con un libro al que no pude
acceder todavía Sin Pecado Un Adorno(editorial Argenta- de Buenos
Aires) en 1999. La Noche como poética y trascendente mezcla de
misteriosa oscuridad y regazo materno , pero también infranqueable
recorrido de soledad y acaso también de desamparo se extiende por este
bien estructurado libro de 35 poemas. Dos elementos, que se sospechan
nocturnos, se trasladan por estas páginas: La Muerte y otro factor
importante para enfrentarla: La Esperanza. Esperanza también en la
muerte definitiva de La Muerte:”… no es un ruego/es un deseo” (Una
Esperanza). Se trata de llegar a través de ella como a través de un
oscuro laberinto, a un lugar donde no se note la miseria del mundo que
menciona André Bretón en uno de los excelentes epígrafes sembrados por
el libro. La tarea es utópica y ardua pues la esperanza supone el
paralelo concepto de Fé. Pero esas ciudades son impías,
despersonalizadotas: “Le llamó la atención que la ciudad estaba vacía:
los semáforos funcionaban para ella sola , pero igual los respetaba”
(Gloria). Las ciudades son ajenas porque “…los relojes, eternos, navegan
por las calles. Un auto elude una nube al mismo tiempo que el futuro se
cae.” ( Apocalipsis Ahora). Un paisaje desolador, amedrentador, muy a
pesar de los seres humanos responsables de esos no lugares. “Sólo el
silencio habla” sentencia otro epígrafe esta vez del desaparecido
compatriota Salvador Puig y esta ciudad parece resumir el soplo de un
Dios desolador: “no existe el odio/no brotan los sentimientos/es la
comarca de la indiferencia(Gran Ciudad II).
Pablo Galante
19 de octubre de 2011
18 de octubre de 2011
14 de octubre de 2011
13 de octubre de 2011
12 de octubre de 2011
11 de octubre de 2011
6 de octubre de 2011
Steve Jobs (1955 - 2011)
1. Tenga un criterio de calidad. Algunas personas no están acostumbradas a un entorno en el que se espera la excelencia.
2. Cuando se innova, se corre el riesgo de cometer errores. Es mejor admitirlo rápidamente y continuar con otra innovación.
3. La mayoría de la gente piensa que el diseño es una chapa, es una
simple decoración. Para mí, nada es más importante en el futuro que el
diseño. El diseño es el alma de todo lo creado por el hombre.
4. Si vives cada día de tu vida como si fuera el último, algún día realmente tendrás razón.
5. El mercado para los ordenadores personales está muerto. La
innovación ha cesado, virtualmente. Microsoft domina con muy poca
innovación. Se acabó. Apple perdió. Ese mercado ha entrado en la edad
oscura, y va a estar en esa edad oscura durante los próximos diez años.
6. Es mejor ser pirata que alistarse en la marina.
7. Cuesta demasiado diseñar productos a partir de grupos cerrados. La
mayoría de las veces la gente no sabe lo que quiere hasta que se lo
enseñas.
8. La innovación es lo que distingue a un líder de los demás.
9. Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a
hacer hoy? Y si la respuesta era no durante demasiados días seguidos,
sabía que necesitaba cambiar algo.
10. Hay que decir no a mil cosas para estar seguro de que no te estás equivocando o que intentas abarcar demasiado.
11. Tu tiempo es limitado, de modo que no lo malgastes viviendo la
vida de alguien distinto. No quedes atrapado en el dogma, que es vivir
como otros piensan que deberías vivir. No dejes que los ruidos de las
opiniones de los demás acallen tu propia voz interior. Y, lo que es más
importante, ten el coraje para hacer lo que te dicen tu corazón y tu
intuición.
12. Ni siquiera la gente que quiere ir al cielo quiere morir para llegar ahí.
5 de octubre de 2011
4 de octubre de 2011
La mirada de los otros: Francisco Espínola
El 4 de octubre de 1901 nació en San José de Mayo, Francisco Espínola. Escritor, narrador y docente. Autor de "Sombras sobre la tierra", "Raza ciega", "Saltoncito" y de notables cuentos como "Rodríguez" o "Qué lástima". Murió el 27 de junio de 1973.
Hermenegildo Sábat
Fermín Hontou
Julio E. Suárez